miércoles, 31 de agosto de 2011

Los Dioses de la Luz (Cuento animado)

Aquí un resumen de esta historia que voy a animar en 2D…

Los dioses de la luz

Por Fredy Silva

En la antigüedad, sobre Gaia (la Tierra) vivían junto a los hombres los dioses de la luz, amantes de la naturaleza y la paz y por otro lado también los espíritus de la noche, preocupados por la tecnología, inventores, pero a la vez ambiciosos y avaros.
Esta convivencia de paz no duró mucho ya que los espíritus querían llenar el planeta de maquinas que echan humo y utilizar los árboles del bosque para alimentar sus inventos.
Una gran batalla se desarrolló en el cielo, murieron muchos en ambos bandos y la maldad de los espíritus era cada vez peor, envenenaron las aguas matando a pueblos inocentes.
Allí fue que Kod Kod, el líder de los dioses de la luz invocó a la fuerza de los talismanes de la Tierra y encerró su perversión, expulsándolos del planeta. Ellos, los espíritus de la noche, llenos de ira prometieron volver y vengarse.

Los dioses de la luz sabiendo esto, prepararon 7 talismanes con los siete poderes de la Tierra y los guardaron en secreto en distintos puntos del planeta, regalándoles su secreto a los pueblos antiguos, donde cada uno de ellos debía elegir su “guardián”.
Este guardián era el guerrero encargado de utilizar los poderes del talismán cuando llegara el momento de la venganza de los espíritus de la noche.

Esto no había sucedido por milenios, hasta ahora que el hombre ha comenzado a dilapidar el planeta, tornando sus aguas oscuras y llenando el aire con polución y gases tóxicos, sin quererlo han lentamente invocado a las fuerzas de los espíritus de la noche y a atraerlos de vuelta, ellos durante milenios planificaron este regreso y con una tecnología mas avanzada y llena de odio y rencor de a poco han despertado de su letargo, ahora, sus gigantescas naves están la borde de nuestro universo y se acercan más y más.

León Salvatierra Cautín es un niño de 11 años que vive con su familia adoptiva, que lo ama, el es y siempre ha sido un muy buen niño, inteligente y tierno, pero a la vez obstinado y soñador, sus sueños lo llevan siempre hacia mundos entre las estrellas y hermosos seres llenos de luz y sabiduría. Dentro de sí, el siente un algo que se revuelve y que está inquieto y no sabe que es pero tiene el interno deseo de resolverlo.
Su perrita “Machi”, es una labradora blanca muy juguetona y lo acompaña a todos lados, el llega a creer que lo anda cuidando, pero es un poco raro un perro que te ande vigilando todo el rato, juegan mucho y lo pasan bien, son muy amigos como solo pueden ser tus amigos a los 11 años.

De vacaciones el sufre un accidente y cae a un lago en las cercanías de Santiago sin saber nadar, allí se le presenta el espíritu de Kod Kod, el que le advierte del peligro que acecha a la humanidad reviviendo en el sus poderes de “Guardián de la Tierra” mientras permanece sin conciencia, Kod Kod lo regresa a la superficie sano y salvo y es rescatado, pero León ya no es el mismo, su transformación ha comenzado, el no recuerda nada.
Al otro día las noticias empiezan a hablar de las gigantescas naves que desde hace un par de horas rodean el planeta, la invasión es inminente, las grandes superpotencias utilizan sus armas sin ningún efecto, todos los aparatos electrónicos lentamente pierden su efectividad, la humanidad se queda sin capacidad de respuesta.

Los espíritus de la noche ya están aquí.

En Santiago una nave ciclópea se cierne sobre la capital y la envuelve en un rayo de luz azul formando una cúpula, adentro de esta nada funciona, no hay comunicaciones y la gente se desorienta.
Desde el interior de la nave gigante comienzan a descender inmensos bípedos mecánicos y tropas de asalto enfundadas en corazas de metal y con letal poder de fuego, cualquier intento de rechazo es reprimido, la gente solo corre aterrada, las naves destruyen todo a su paso generando el terror, los edificios y las casas están envueltas en llamas, la cúpula energética que cubre nuestro cielo se torna rojo sangre, se acerca el final.
La familia de León también intenta huir, su madre Ana y su padre Alberto corren desesperados con el niño de la mano y Machi a su lado. Saliendo a la calle principal un bípedo repentinamente les cierra el paso y les dispara con su rayo mortal, su padre les empuja y se pone al frente recibiendo la descarga completa, Ana grita y León se queda quieto apretando la mano de su madre, los poderes que Kod Kod revivió en el salen a flote, León se mueve a una velocidad vertiginosa y poniéndose frente al engendro metálico lo golpea, el poder del Mankian convierte sus manos en piedra destrozando a la maquina que estalla al golpear el suelo, sus poderes se incrementan y se eleva por el cielo, volando de prisa hacia los otros entes mecánicos derribándolos como piezas de dominó, los disparos de los bípedos no alcanzan a tocarlo ya que su maná le rodea formando un escudo protector que lo hace intocable.

Kod Kod se le aparece en el aire, blanco, resplandeciente y le entrega el talismán “Mapu”, el de la gente de la tierra, le cuelga la piedra al cuello y desaparece, León vuelve a la batalla, de sus manos emergen los rayos del Pillán destruyendo las naves invasoras una a una…

Vuela entre ellos como una abeja picándolos mortalmente, caen inexorablemente a su paso con las articulaciones rotas, a otros les explota la cabeza mecánica, se parten en dos, la gente en la calle vitorea al niño con los pulmones llenos de esperanza y el como una exhalación sube hacia el firmamento, su silueta se recorta contra el inflamado sol, se detiene y en ese instante es como una mota de polvo, inmóvil, grácil y efímero, la gente mira hacia el cielo del ocaso, el en lo alto León toma aire….baja raudo camino a la Tierra, en picada como los cormoranes cuando salen de pesca, era sólo un destello en cielo pintado de rojo y violeta, desde el cielo y la tierra los entres metálicos le disparan, nada es capaz de alcanzarlo.

Santiago está practicamente asolado, humea todo, esta atardeciendo y contra un sol dibujado los bípedos mecánicos restantes siguen liberando el caos a su paso, la gente grita y corre sin destino, ese momento de gloria ha sido fugaz, los edificios y los vehículos arden…caos, caos solo caos nada más existe en este lugar copia feliz del Pandemonium.

Leon ya ha descendido y permanece inmóvil sobre los escombros de una casa que debe haber sido hermosa y lentamente frente a el, una nave gigantesca surge entre las nubes y desciende desde lo alto oscureciendo todo, con casi 500 metros su forma ominosa, plateada de largas curvas y con dos extremos puntiagudos semejantes a las pinzas de un cangrejo dantesco se cierne sobre el novel héroe, los dos titanes se enfrentan en silencio, el niño ridículamente pequeño frente a este Goliat de otros mundos tiene la mirada fija y firme, sin un asomo de temor, no es para nada lo que se esperaría de un niño de 11 años, tiene el semblante de un guerrero curtido en batallas de miles de años, pero usa jeans y zapatillas de lona.

El falso eclipse lo cubre todo opacando el atardecer ya de tintes sanguinolentos, desde la nave se abren incontables escotillas y luces relampaguean por doquier dentro de ella, una cacofonía de colores bajo un manto de malignidad y amenaza, de pronto en su interior brazos mecánicos se unen en un movimiento rápido, fulgurante, desde el centro mismo del artefacto un rayo blanco cegador surge con un golpe de energía en dirección a León, con un trazo recto y devastador, de las manos del niño guerrero salen lenguas de fuego que salen quemando el aire, de a poco las dos fuerzas se equiparan, pero ese tremendo guardián que reside en el cuerpo del niño es lentamente sobrepasado por que toda esa energía cósmica esta dentro de un cuerpo pequeño y muy nuevo, el que empieza a perder este muñequeo de fuerzas titánicas, León cae arrodillándose casi con la consciencia perdida, sus ojos se tornan blancos desvaneciéndose de a poco, en ese instante el anciano blanco se aparece tras el y le toma las manos, le susurra al oído una frase inaudible y el vuelve a ponerse de pie como retomando fuerzas, temblando, sus manos se hieren con la fuerza de los impactos de plasma y sabe que si es derrotado, el rayo llegará a la ciudad y finalmente destruirá todo.

León el niño guerrero del cosmos se reincorpora y le grita a la maldita maquina ciclópea con todas sus fuerzas:

-¡¡Vuelve al lugar del que viniste Espíritu de la noche, Mapu no será tuyo jamás!!

Un rugido ensordecedor surge desde las profundidades del engendro metálico, como un grito de batalla lleno de odio y rencor guardado por milenios, en ese instante eterno de segundos capturados por el tiempo, imitando la postal de guerra mas cruel nunca imaginada y mientras caen lagrimas de las mejillas del niño, las mismas que se evaporan apenas caen desde su rostro, es ahí, en ese segundo que una fuerza ancestral, pura, ígnea sale de su cuerpo joven devorando el rayo de plasma mortal ganándole metros y metros hasta llegar al centro mismo de la astronave gigantesca dañándola fatalmente.

Una enorme explosión sacude el aire y la nave insignia de los espíritus de la noche estalla en miles de pedazos fosforescentes, León cae de rodillas mientras frente a él, la maquinaria extraterrestre se hunde como un castillo de cartas envuelto en llamas azules, finalmente León cierra los ojos y la nave sucumbe, su onda de choque arrasa con todo menos con el, luego solo silencio y calma, todos los artilugios mecánicos de los espíritus de la noche dejaron instantáneamente de moverse, se quedaron estáticos y mudos.

Su madre adoptiva corre entre los escombros para abrazarlo…

-”Hijito, hijito mio…te amo” y llora desconsoladamente pensando que lo ha perdido, entre los escombros yace el cuerpo de su esposo, Daniel que está inerte.
El viento comienza a soplar hacia el sur y el sol ya ha sido devorado por la cordillera de la costa, el horizonte teñido de púrpura anuncia otra noche más, pero esta noche es distinta es una noche de libertad y esperanza, traída por un niño de 11 años.

-”Los niños han ganado batallas y construido civilizaciones” pensó Ana.

Aún desconsolada abraza a León sintiéndolo tibio, poco a poco el niño comienza a moverse lentamente abriendo los ojos.

-”Mamá” susurra…

Su madre le sonríe y le dice:

-”Amor, hijo mío pensé que estabas…”

-No, no lo estoy madre, te amo.

Ella le mira y le dice:

-”Gracias hijo, ya terminó todo…”

Y León le responde:

-No mamá, esto recién esta comenzando.

Le da un tierno beso en la mejilla a su madre y se levanta, ella está perpleja…León se voltea mirándola con un hermoso brillo en sus ojos de niño, elevándose en el aire le grita:

“¡¡Mamá, queda mucho por hacer, debo encontrarme con los otros guardianes así que no te preocupes volveré cuando florezca el canelo, ¡¡¡Cuida a papá!!!!…

Y con un gesto de sus manos le lanza un beso antes de salir disparado hacia el horizonte rompiendo la barrera del sonido.

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